Recónditas verdades


Es verdad que al no cuidar lo que queremos se pierde.
Es verdad que nos comienza a importar algo cuando ya no está con nosotros.
Es verdad que dejamos pasar mucho tiempo hasta afrontar nuestras consecuencias.
Pero también existen otras verdades, las que restan:
las lindas, las puras, las que nos susurramos desde el fondo de nuestro corazón.
Verdades tan claras como el agua, verdades fugaces y efímeras.
Verdades grabadas en nuestro interior.

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