A veces es suficiente todo lo que vivimos


La última vez que te miré a los ojos pensé, en un par de años, quizá cinco o más, nos vamos a volver a cruzar; en la calle, en el tren, en la plaza, en un bar, en la montaña, en el mar, en un viaje.
Cuando nuestras miradas vuelvan a posarse precisamente donde quedaron atrapadas al final, voy a recordarte, y probablemente vos me recuerdes a mi también. Pero ya no vamos a ser los mismos, crecimos, la vida continuó. Ese choque fugaz, sorpresivo, mágico, va a quedar suspendido solo unos instantes. Hasta que cada uno vuelva a avanzar, aparte la vista y siga adelante.

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